"Vamos a mantener un perfil bajo"

Cuando era un joven campeón de monopatín en los 80, a Stéphane Peterhansel le cautivaban las imágenes del Dakar, cuando Cyril Neveu y Hubert Auriol devoraban las dunas del Sáhara. No se podía ni imaginar que 40 años más tarde, se encontraría en la cúspide de la disciplina con 14 títulos a punto de embarcarse en un reto tecnológico de altos vuelos. Su talento y su precocidad le permitieron aprender rápido el arte del rally raid. Ganó su primer Dakar en 1991. El piloto de motos con la bandana azul se hizo con seis títulos en ocho ediciones con una Yamaha. Rápidamente también puso las cualidades adquiridas con la moto al servicio de la carrera en coches, cuando cambió de categoría: séptimo en su primera incursión en 1999 y segundo al año siguiente. Su primera victoria en coches fue en 2004, convirtiéndose "Peter" en el segundo competidor del Dakar, después de Hubert Auriol, en ganar tanto en la categoría de motos como en la de coches. Ganó con Mitsubishi en 2005 y 2007. Cuando la empresa japonesa se retiró, Peterhansel se sumó a X-Raid, pero no lograría su décimo título hasta 2012. "Monsieur Dakar", que no se sacia nunca, sumaría otra victoria en 2013. En 2015 se le presentó otro reto con el retorno de Peugeot al Dakar. "Peter" lograría entonces la primera victoria del fabricante francés desde el título de Ari Vatanen con el 405. La serie seguiría con el 3008, para sumar un 13º título al final de un duelo tremendo contra su compañero de equipo Sébastien Loeb. En enero de 2021, añadía otro hito a su impresionante carrera, al convertirse en el único competidor con títulos en África, Sudamérica y ahora Asia. Una hazaña con la que se podría haber dado por satisfecho y retirarse. Sin embargo, el fabricante de coches Audi le presentó uno de los retos más tentadores de su carrera: participar en el diseño y en el desarrollo del primer vehículo eléctrico capaz de ganar el Dakar. Los dos primeros intentos se saldaron con un fracaso, por los fallos del RS e-tron y luego por un error de conducción que provocaría una lesión grave a su copiloto en 2023, en la etapa 7. Para completar esta aventura tecnológica, le queda una última oportunidad en este programa de tres años que culminará con la 46ª edición del Dakar. A Peterhansel le acompaña Edouard Boulanger, el antiguo "navegador" de KTM y Toyota que lleva a su vera desde la última victoria con Peugeot y que se ha estado recuperando de su lesión en la columna vertebral desde el accidente del año pasado. Por esta razón avanzan con ambición y humildad a partes iguales. No pierden la esperanza, algo tímida, de lograr un 15º trofeo.

S.P.: "Nunca es agradable tener que parar al lesionarse tu copiloto, porque te sientes también culpable. La recuperación de Edouard ha ido bien y sabíamos que pronto podríamos volver a competir juntos. Mientras esperaba que llegara el momento, he participado en el campeonato de motos vintage en Italia (4 victorias, segundo en el campeonato). Tras la Baja España, empezamos a competir de nuevo de forma seria en el Rallye du Maroc, donde tuvimos momentos buenos y momentos no tan buenos. Me quedé muy contento con mis sensaciones y me di cuenta de que estábamos listos para competir contra los mejores. Por otra parte, el coche no era tan fiable como debía ser y eso no se debe a ningún fallo en el diseño del coche. Se trata más bien de una cuestión de rigor en la preparación y en el mantenimiento del coche, pero aún hay tiempo para corregir eso de aquí al Dakar.
Me gustaría que este programa con Audi terminara por todo lo alto, porque nuestra única victoria hasta el momento ha sido el Abu Dhabi Desert Challenge en 2022. Cuando un fabricante líder se compromete con el Dakar, suele necesitar una fase de aprendizaje. Invierten hasta ganar y luego ser retiran. Sería una pena no ganar el Dakar, con la tripulación que sea. ¡Así que vamos a mantener un perfil bajo porque no hemos logrado demostrar aún mucho! Pero todavía espero poder participar en la pugna".


E.B.: "Tuve muchísima suerte en el accidente del 6 de enero. Cuando me operaron el 9, me aseguraron de que podría volver a hacer vida normal. Pero tenía que recuperarme para volver al nivel de un atleta de máximo nivel. La recuperación fue bastante rápida, aunque tuve que empezar desde cero. Volví a entrenar, concretamente en el centro de alto rendimiento de RedBull en Austria y luego en mayo me dieron luz verde para continuar de nuevo sin ningún límite de intensidad. Pero iba un poco nervioso cuando me sumé a Stéphane para la Baja España. En media hora se me pasó. Por otra parte, resultó frustrante a nivel deportivo y tampoco nos libramos de problemas de fiabilidad en Marruecos.
Pero pudimos confirmar que somos capaces de mantener el ritmo. Ahora nos gustaría tener un Dakar sin problemas, lo que no han logrado aún ninguno de los vehículos de Audi. No podemos estar 100% tranquilos. No hay ninguna certeza. Debemos aceptar que esta tecnología aún no está completamente lista para el Dakar. Al mismo tiempo, nunca se ha dado un coche tan complejo como este. El reto es tremendo, así que podemos felicitarnos de haber conseguido ya un consumo de energía un 40% inferior al de nuestros rivales. En cuanto al resto, nos vamos a sentir bien frustrados si no nos subimos al podio."