"Un sprint continuo en el que nunca bajas el ritmo"

El mejor piloto de rally de toda la historia se presentó en 2016 a encarar el reto del Dakar con un perfil modesto, acorde a su temperamento reservado y discreto. Pero su maestría como piloto causó estragos en cuanto se colocó al volante de su Peugeot 2008 DKR. Rápidamente se planteó la posibilidad de que ganara en su estreno, como hiciera en 1987 Ari Vatanen. Desgraciadamente el de Alsacia sufrió un accidente que le sacaría de la prueba. En ediciones posteriores, los errores de navegación imposibilitarían la victoria. También la lesión de su copiloto o las averías acabarían con sus sueños de lograr el título... Resumiendo, le tocó todo el abanico de escollos que se pueden presentar en el Dakar. Sin embargo, el nueve veces campeón del mundo no se ha rendido nunca y retornó tras la aventura con Peugeot. Primero en 2019 en un 3008, en esa ocasión en el equipo PH Sport, con el que logró un segundo podio en el Dakar (3º). En 2021, le sedujo el ambicioso proyecto de Bahrain Raid Xtreme team, basado en la estructura ProDrive que tantos títulos WRC ha cosechado. Al volante del Hunter, Loeb se convirtió en el rival más serio y con mayor regularidad frente a Nasser Al Attiyah, al que siguió en la clasificación general en las dos últimas ediciones del Dakar, sin olvidar el duelo librado por ambos en las dos primeras temporadas del W2RC. El piloto galo ha desempeñado a la perfección su papel de perseguidor los dos últimos años, sobre todo en 2023, cuando consiguió ganar siete etapas, seis consecutivas, despejando cualquier duda sobre la capacidad de mantenerse competitivo con Fabian Lurquin, incluso cuando les toca abrir pista. Aunque no pudo participar en la pugna al mismo nivel que el año pasado en las diferentes pruebas del W2RC frente a su gran rival, todo apunta a que se prepara un nuevo duelo, sobre todo tras el cambio de equipo de Al Attiyah. En esta ocasión, los dos favoritos librarán la batalla con las mismas armas y ninguno de los dos se conformará con un segundo puesto. El título del Dakar sigue siendo el que le falta a Loeb en su armario de trofeos.

S.L.: "Lo que recuerdo del último Dakar es que el segundo puesto resultó motivador de cara al futuro porque nos mostramos competitivos. Ahora tenemos que hacer que todo encaje para ganar. Claro que no es fácil ganar a Nasser Al Attiyah y a Mathieu Baumel. Apenas cometen errores. Para lograrlo, deberán tener algún pequeño problema. Lo peor es que siempre reservan un poco de energía. No sé cómo sería la cosa si estuvieran atacando siempre al máximo. Con el progreso en los coches, que cada vez son más sólidos y eficientes, se puede ir casi por cualquier parte a gran velocidad, uno ya no se queda atascado en las dunas y la carrera se ha convertido en un sprint muy largo y continuo en el que nunca bajas el ritmo. Tenemos muy pocas oportunidades de calmarnos un poco y limitarnos a gestionar.
Ahora correremos con el mismo coche, pero no estoy muy seguro de que tenga un impacto sobre nuestra rivalidad. Tendremos las mismas ventajas y desventajas. Sé que tiene el espíritu de cazador. Así que irá rapidísimo. Y Nasser es el más capacitado para sumar victorias de etapa y mantener un nivel constante. Pero tenemos mucha competencia de Toyota y los Audis también podrían estar en la pugna. Además, algunos jóvenes llegan con ambiciones claras. El espectáculo va a ser extraordinario."